La formación de empleados es el proceso de mejorar las habilidades, capacidades y conocimiento de los empleados para realizar un trabajo en particular. El proceso de formación moldea el pensamiento de los empleados y conduce a un desempeño de calidad.
La formación es crucial para el desarrollo organizacional y el éxito de la empresa. Es fructífero tanto para los empleadores como para los empleados de una organización. Un empleado será más eficiente y productivo si está bien formado.
La capacitación se imparte en cuatro bases básicas:
- Los nuevos candidatos que se unen a una organización reciben formación. Esta formación los familiariza con la misión de la empresa, visión, reglas y regulaciones y las condiciones de trabajo.
- Los empleados en activo reciben formación para actualizar y mejorar sus conocimientos.
- Si se realizan actualizaciones y modificaciones en la tecnología, se brinda formación para hacer frente a esos cambios. Por ejemplo, la compra de un nuevo equipo, cambios en la técnica de producción, implantación de computadoras. Los empleados reciben formación sobre el uso de nuevos equipos y métodos de trabajo.
- Cuando la promoción y el crecimiento profesional se vuelven importantes. Se brinda formación para que los empleados estén preparados para compartir las responsabilidades del trabajo de nivel superior.
Los beneficios de la formación para empleados se pueden resumir en:
- Mejora la moral de los empleados: la formación ayuda al empleado a obtener seguridad laboral y satisfacción laboral. Cuanto más satisfecho esté el empleado y mayor sea su moral, más contribuirá al éxito de la organización y menor será el absentismo y la rotación de los empleados.
- Menos accidentes: es probable que se produzcan errores si los empleados carecen de los conocimientos y habilidades necesarios para realizar un trabajo en particular. Cuanto más formado esté un empleado, menores son las posibilidades de cometer accidentes en el trabajo y más competente se vuelve el empleado.
- Posibilidades de promoción: los empleados adquieren habilidades y eficiencia durante la formación. Se vuelven más elegibles para la promoción y se convierten en un activo para la empresa.
- Mayor productividad: la formación mejora la eficiencia y la productividad de los empleados. Empleados bien formados muestran tanto rendimiento de cantidad como de calidad. Hay menos pérdida de tiempo, dinero y recursos si los empleados están debidamente capacitados.